#lejosperocercanos

La comunicación en tiempos de dificultad

Numéro 7

Queridos amigos, el nuevo año ha comenzado y pronto se iniciará el tiempo de la Cuaresma, un camino que nos conducirá hacia la Pascua del Señor.

Que la oración acompañe este tiempo fuerte de nuestra fe, agradecida a nuestra comunidad de ENS, de la que este séptimo número del boletín es una voz.

Feliz lectura

Equipo Responsable Internacional

Editorial

Clarita & Edgardo BERNAL

Pareja Responsable Internacional

EDITORIAL N° 7

Levantar nuestra mirada hacia el horizonte

“ El optimismo es una estrategia para crear
un futuro mejor. A menos que creas que el futuro puede
ser mejor, es poco probable que asumas

la responsabilidad de construirlo “

(Noam Chomsky)


Queridos amigos parejas, sacerdotes consiliarios y acompañantes espirituales de los Equipos de Nuestra Señora: Es una gran alegría poder dirigirnos a todos ustedes en este inicio de año, en el que en la dinámica que ha impuesto la pandemia, necesariamente debemos seguir comunicándonos de manera virtual.

Nos habíamos propuesto dejar atrás en nuestros mensajes, el recurrente tema de la pandemia que ha condicionado nuestra vida en el último año, pero a pesar de nuestra intención, es inevitable no hacerlo, pues muy a nuestro pesar, sigue siendo el eje sobre el que giran todas nuestras decisiones que no pueden ser ajenas a esta implacable e invasiva realidad.

Hace pocos días, en un video que enviamos a la SR España, por solicitud de Pedro y Rocío, la pareja responsable Súper Regional, les confesábamos que teníamos sentimientos ambivalentes sobre la virtualidad que de manera obligada se convirtió en el nuevo lenguaje de las comunicaciones y que pensábamos que, aún controlado el temible virus, seguirá prevaleciendo con bastante fuerza, en nuestra cotidianidad.

Por un lado, damos gracias a Dios por haber podido contar con esta maravillosa herramienta que ha sido puente de cercanía en los difíciles momentos de aislamiento que hemos vivido todos, incluso convirtiéndose en ventana para seguir alimentándonos de la celebración eucarística a distancia y herramienta para mantener vivo el fuego de la animación y de la unidad en nuestro movimiento. Por otro lado, no podemos negar que nos sentimos cansados de estar confinados tras la fría pantalla de un ordenador, que nos esclaviza y rutiniza y que, sin piedad, restringe nuestra percepción sensorial a solo dos sentidos, el de la vista y el del oído, dejando a un lado el irremplazable calor del contacto físico, que tanta falta nos hace, especialmente en contextos como el nuestro en el que por la fraternidad, el cariño y la fe que nos une , somos proclives a los abrazos, a las risas y a las celebraciones.

Afortunadamente, sin desconocer la gravedad de todo lo que hemos vivido, ya empezamos a percibir luz al final de este largo túnel, no tan pronto como quisiéramos y quedando aún varios escollos en el camino que sólo desde la óptica de la fe, iremos superando. El dolor de las pérdidas de toda índole que hemos sufrido, personales, familiares, colectivas, también han dejado lecciones que nos han hecho crecer y quizás ver la vida con una perspectiva enfocada en clave de “gratitud” donde lo verdaderamente importante y esencial, ha podido recobrar el lugar que le venía arrebatando lo efímero.

La animación del movimiento y particularmente nuestra animación en el ERI no ha sido ajena a estos altibajos. Nuestros planes se han desbaratado una y otra vez y hemos repetido y reprobado, no una, sino muchas veces a lo largo de estos últimos 10 meses, el curso de “humildad y paciencia”, en el que ha quedado marcada indeleblemente una gran lección: nuestra atención no debe estar puesta en vivir la vida sacando adelante nuestros planes sino vivirla buscando la voluntad de Dios en cada uno de nuestros actos, como lo dice el profeta Jeremias en 10:23: Yo sé, oh SEÑOR, que no depende del hombre su camino, ni de quien anda el dirigir sus pasos.

Al iniciar el año, en los próximos días tendremos nuestra primera reunión virtual del ERI donde debemos abordar muchos temas, entre ellos los que se refieren a la realización de nuestra programada reunión presencial del ERI en el mes de marzo y el del colegio de Varsovia, que ya había sido suspendido el año pasado y que un año después, no es claro que pueda ser llevado a cabo, no solo por la situación específica que pueda vivir Polonia respecto a la pandemia, sino porque nuestra mirada debe abarcar la situación que se vive en todos y cada uno de los mas de veintiún países de residencia de los miembros del colegio internacional, toda vez, que somos una comunidad donde todos somos responsables de todos y no hay bienestar colectivo si este no alcanza a la totalidad de sus miembros.

Hemos oído hablar recurrentemente de la “nueva normalidad” donde hay voces de pregoneros de fatalidades que perturban y no construyen, así como la de soñadores que una y otra vez a manera de “mantra” repiten que todo volverá a ser como antes, con el propósito de calmar sus propias ansiedades y adormecer sus preocupaciones en un fenómeno que los especialistas llaman como el efecto la verdad ilusoria en el que independientemente de las habilidades cognitivas de las personas, estas están predispuestas a calificar como verdaderos algunos argumentos, en la medida en que previa y recurrentemente se vean expuestos a los mismos, sin importar su lógica inherente. Uno y otro extremo es nocivo y tarde o temprano desencadenan un efecto boomerang, donde los perjudicados somos nosotros mismos.

En el descanso familiar que pudimos tener al final del año pasado y comienzos de este 2021, tuvimos oportunidad de leer una de las siempre edificantes y reconfortantes homilías del Papa Francisco, en esta ocasión, la de la eucaristía de la solemnidad de la epifanía del Señor el pasado día de Reyes. A propósito de la reflexión que. a manera de puesta en común. les estamos compartiendo en este primer editorial del año de #lejosperocercanos, encontramos en esa homilía muchas luces y respuestas para continuar nuestro camino y levantar nuestra mirada hacia el horizonte.

Emulando las palabras del papa Francisco, al comenzar este año y en medio de las dificultades que aún vivimos, desde la perspectiva de nuestra fe los animamos a no desfallecer a pesar del cansancio, a no ser sembradores de zozobra a pesar de la compleja realidad, sino pregoneros de esperanza, dando testimonio de coherencia y confianza en la buena nueva que trae el niño Jesus, que ha llegado para renovar nuestros corazones.

Ante la “nueva realidad”, sin ser esclavos de nuestros planes y presupuestos, guiados por la estrella que nos marca la ruta para llegar a contemplar a Jesus recién nacido, podemos asumir las tres actitudes que destacaba el santo padre: “levantar la vista”, “ponerse en camino” y “ver”.

Levantar la vista, para que sin negar la realidad, no nos quedemos enredados en los lamentos de los problemas y dificultades que hemos vivido y actuemos sin pensar en lo que no hemos podido hacer, sino en gratitud con lo que podemos hacer.

Ponernos en camino, asumiendo los cambios y las lecciones que ha dejado esta pandemia impulsados por la fuerza de sentirnos acompañados por la dinámica de esta maravillosa comunidad de iglesia de los EQUIPOS DE NUESTRA SEÑORA

Y finalmente VER. Mas allá de lo visible, que muchas veces se puede tornar engañoso pues estamos seguros de que tras toda esta frustración que hemos vivido en este último año, a nivel personal, laboral, familiar y de movimiento, en el que el tiempo aparentemente se detuvo haciéndonos perder días valiosos de nuestra existencia y de nuestra animación, se esconde un tesoro inmenso que cada uno ha ido gradualmente descubriendo y que sin duda nos ha hecho crecer y madurar en nuestra fe.

Con esta actitud, les deseamos un año 2021, abundante en frutos y bendiciones en su vida personal, familiar y de animación en el movimiento, que estaremos acompañando con nuestro cariño y nuestra oración.

Que Jesus recién nacido y su madre, que es también la nuestra, los bendigan hoy y siempre.


Padre Ricardo Londoño
CS Internacional

A lo largo de nuestras vidas hemos vivido muchas cuaresmas. Hemos escuchado, año tras año, la invitación a prepararnos para la celebración del Misterio Pascual. Ahora, una vez más, llega a nuestra vida el llamamiento a la conversión.

Muy probablemente, recordamos lo vivido en la Cuaresma 2020, cuando la presencia inicial del Covid 19 comenzaba a marcar nuestro camino, cuando la sorpresa, la incertidumbre y las conjeturas se mezclaban con la ilusión de que pronto pasaría este inconveniente y retornaríamos muy pronto a “la normalidad”. Pero, pasaron las semanas, los meses; se contabilizaban los positivos por cientos de miles y millones; las muertes iban aumentando día a día…En fin: Lo que hemos experimentado.

Ya sabemos que no dominamos el cosmos, que, aunque lo imaginemos, no hemos conquistado la naturaleza, que la aparente grandeza ha quedado en ridículo frente a un microscópico virus, que la fragilidad es enorme y la vulnerabilidad nos acompaña. La presencia del virus nos obligó a asumir muchas cosas que desconocíamos o que no nos gustaban, pero nos tocó vivirlas. ¿Qué pasó dentro de nosotros? La experiencia 2020 ¿me ha hecho cambiar? ¿En qué, cómo?

En un comienzo, fueron muchas las reflexiones, las canciones (Resistiré), los videos, las conferencias, los aplausos a los héroes… Y, el tiempo fue pasando. La tecnología aplicada a las comunicaciones nos llevó a nuevos mundos y nuevas formas de interactuar; nos acostumbramos a realidades virtuales y a celebraciones en los micrófonos y las cámaras; la liturgia se transformó y lo presencial era escaso.

Ahora, mientras las vacunas comienzan a generar nueva esperanza, estamos frente a esta Cuaresma. Otra vez se nos llama al cambio, a la “metanoia”. Y, es bueno preguntarnos de nuevo: ¿A qué estoy dispuesto?

Porque la invitación inicial vuelve a ser concreta: frente a nosotros está el hermano que sufre y necesita; está Dios que interpela y llama; está cada uno de nosotros frente a su propia realidad. Así comienza el camino cuaresmal: la Iglesia nos presenta limosna, oración y ayuno como signos externos de relaciones trascendentes.

La relación con el otro exige renovación auténtica: debo hacerme prójimo de quien padece y vivir la compasión misericordiosa frente a tanto sufrimiento; he de acercarme más al Padre para escucharlo, conocer su anhelo y su proyecto conmigo y saberme hijo; y, mi vida personal, está llamada a ajustarse más a la rectitud y a la verdad.

Cada uno de nosotros, como equipista, ha de sentir un llamado especial para que la Cuaresma 2021 nos deje una huella profunda.

“No se puede creer impunemente”, leía yo en mi adolescencia y hoy, me viene a la memoria esa expresión. Porque, verdaderamente, nuestro mundo necesita del compromiso exigente de quienes nos sabemos creyentes en Jesucristo. Vivamos con profundidad este retador tiempo.

Dios los bendiga a todos.


VIVIENDO NUESTRA FE CON TODA LA IGLESIA

Mensaje del Papa Francisco


PARA LA CELEBRACIÓN DE LA

54 JORNADA MUNDIAL DE LA PAZ


1 DE ENERO DE 2021

1. En el umbral del Año Nuevo, deseo presentar mi más respetuoso saludo a los Jefes de Estado y de Gobierno, a los responsables de las organizaciones internacionales, a los líderes espirituales y a los fieles de diversas religiones, y a los hombres y mujeres de buena voluntad. A todos les hago llegar mis mejores deseos para que la humanidad pueda progresar en este año por el camino de la fraternidad, la justicia y la paz entre las personas, las comunidades, los pueblos y los Estados.

El año 2020 se caracterizó por la gran crisis sanitaria de COVID-19, que se ha convertido en un fenómeno multisectorial y mundial, que agrava las crisis fuertemente interrelacionadas, como la climática, alimentaria, económica y migratoria, y causa grandes sufrimientos y penurias. Pienso en primer lugar en los que han perdido a un familiar o un ser querido, pero también en los que se han quedado sin trabajo. Recuerdo especialmente a los médicos, enfermeros, farmacéuticos, investigadores, voluntarios, capellanes y personal de los hospitales y centros de salud, que se han esforzado y siguen haciéndolo, con gran dedicación y sacrificio, hasta el punto de que algunos de ellos han fallecido procurando estar cerca de los enfermos, aliviar su sufrimiento o salvar sus vidas. Al rendir homenaje a estas personas, renuevo mi llamamiento a los responsables políticos y al sector privado para que adopten las medidas adecuadas a fin de garantizar el acceso a las vacunas contra el COVID-19 y a las tecnologías esenciales necesarias para prestar asistencia a los enfermos y a los más pobres y frágiles[1].

Es doloroso constatar que, lamentablemente, junto a numerosos testimonios de caridad y solidaridad, están cobrando un nuevo impulso diversas formas de nacionalismo, racismo, xenofobia e incluso guerras y conflictos que siembran muerte y destrucción.

Estos y otros eventos, que han marcado el camino de la humanidad en el último año, nos enseñan la importancia de hacernos cargo los unos de los otros y también de la creación, para construir una sociedad basada en relaciones de fraternidad. Por eso he elegido como tema de este mensaje: La cultura del cuidado como camino de paz. Cultura del cuidado para erradicar la cultura de la indiferencia, del rechazo y de la confrontación, que suele prevalecer hoy en día.

2. Dios Creador, origen de la vocación humana al cuidado

En muchas tradiciones religiosas, hay narraciones que se refieren al origen del hombre, a su relación con el Creador, con la naturaleza y con sus semejantes. En la Biblia, el Libro del Génesis revela, desde el principio, la importancia del cuidado o de la custodia en el proyecto de Dios por la humanidad, poniendo en evidencia la relación entre el hombre (’adam) y la tierra (’adamah), y entre los hermanos. En el relato bíblico de la creación, Dios confía el jardín “plantado en el Edén” (cf. Gn 2,8) a las manos de Adán con la tarea de “cultivarlo y cuidarlo” (cf. Gn 2,15). Esto significa, por un lado, hacer que la tierra sea productiva y, por otro, protegerla y hacer que mantenga su capacidad para sostener la vida[2]. Los verbos “cultivar” y “cuidar” describen la relación de Adán con su casa-jardín e indican también la confianza que Dios deposita en él al constituirlo señor y guardián de toda la creación.

El nacimiento de Caín y Abel dio origen a una historia de hermanos, cuya relación sería interpretada —negativamente— por Caín en términos de protección o custodia. Caín, después de matar a su hermano Abel, respondió así a la pregunta de Dios: «¿Acaso yo soy guardián de mi hermano?» (Gn 4,9)[3]. Sí, ciertamente. Caín era el “guardián” de su hermano. «En estos relatos tan antiguos, cargados de profundo simbolismo, ya estaba contenida una convicción actual: que todo está relacionado, y que el auténtico cuidado de nuestra propia vida y de nuestras relaciones con la naturaleza es inseparable de la fraternidad, la justicia y la fidelidad a los demás»[4].

3. Dios Creador, modelo del cuidado

La Sagrada Escritura presenta a Dios no sólo como Creador, sino también como Aquel que cuida de sus criaturas, especialmente de Adán, de Eva y de sus hijos. El mismo Caín, aunque cayera sobre él el peso de la maldición por el crimen que cometió, recibió como don del Creador una señal de protección para que su vida fuera salvaguardada (cf. Gn 4,15). Este hecho, si bien confirma la dignidad inviolable de la persona, creada a imagen y semejanza de Dios, también manifiesta el plan divino de preservar la armonía de la creación, porque «la paz y la violencia no pueden habitar juntas»[5].

Precisamente el cuidado de la creación está en la base de la institución del Shabbat que, además de regular el culto divino, tenía como objetivo restablecer el orden social y el cuidado de los pobres (cf. Gn 1,1-3; Lv 25,4). La celebración del Jubileo, con ocasión del séptimo año sabático, permitía una tregua a la tierra, a los esclavos y a los endeudados. En ese año de gracia, se protegía a los más débiles, ofreciéndoles una nueva perspectiva de la vida, para que no hubiera personas necesitadas en la comunidad (cf. Dt 15,4).

También es digna de mención la tradición profética, donde la cumbre de la comprensión bíblica de la justicia se manifestaba en la forma en que una comunidad trataba a los más débiles que estaban en ella. Por eso Amós (2,6-8; 8) e Isaías (58), en particular, hacían oír continuamente su voz en favor de la justicia para los pobres, quienes, por su vulnerabilidad y falta de poder, eran escuchados sólo por Dios, que los cuidaba (cf. Sal 34,7; 113,7-8).

4. El cuidado en el ministerio de Jesús

La vida y el ministerio de Jesús encarnan el punto culminante de la revelación del amor del Padre por la humanidad (cf. Jn 3,16). En la sinagoga de Nazaret, Jesús se manifestó como Aquel a quien el Señor ungió «para anunciar la buena noticia a los pobres, ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dejar en libertad a los oprimidos» (Lc 4,18). Estas acciones mesiánicas, típicas de los jubileos, constituyen el testimonio más elocuente de la misión que le confió el Padre. En su compasión, Cristo se acercaba a los enfermos del cuerpo y del espíritu y los curaba; perdonaba a los pecadores y les daba una vida nueva. Jesús era el Buen Pastor que cuidaba de las ovejas (cf. Jn 10,11-18; Ez 34,1-31); era el Buen Samaritano que se inclinaba sobre el hombre herido, vendaba sus heridas y se ocupaba de él (cf. Lc 10,30-37).

En la cúspide de su misión, Jesús selló su cuidado hacia nosotros ofreciéndose a sí mismo en la cruz y liberándonos de la esclavitud del pecado y de la muerte. Así, con el don de su vida y su sacrificio, nos abrió el camino del amor y dice a cada uno: “Sígueme y haz lo mismo” (cf. Lc 10,37).

5. La cultura del cuidado en la vida de los seguidores de Jesús

Las obras de misericordia espirituales y corporales constituyen el núcleo del servicio de caridad de la Iglesia primitiva. Los cristianos de la primera generación compartían lo que tenían para que nadie entre ellos pasara necesidad (cf. Hch 4,34-35) y se esforzaban por hacer de la comunidad un hogar acogedor, abierto a todas las situaciones humanas, listo para hacerse cargo de los más frágiles. Así, se hizo costumbre realizar ofrendas voluntarias para dar de comer a los pobres, enterrar a los muertos y sustentar a los huérfanos, a los ancianos y a las víctimas de desastres, como los náufragos. Y cuando, en períodos posteriores, la generosidad de los cristianos perdió un poco de dinamismo, algunos Padres de la Iglesia insistieron en que la propiedad es querida por Dios para el bien común. Ambrosio sostenía que «la naturaleza ha vertido todas las cosas para el bien común. [...] Por lo tanto, la naturaleza ha producido un derecho común para todos, pero la codicia lo ha convertido en un derecho para unos pocos»[6]. Habiendo superado las persecuciones de los primeros siglos, la Iglesia aprovechó la libertad para inspirar a la sociedad y su cultura. «Las necesidades de la época exigían nuevos compromisos al servicio de la caridad cristiana. Las crónicas de la historia reportan innumerables ejemplos de obras de misericordia. De esos esfuerzos concertados han surgido numerosas instituciones para el alivio de todas las necesidades humanas: hospitales, hospicios para los pobres, orfanatos, hogares para niños, refugios para peregrinos, entre otras»[7].

(…)

8. Para educar a la cultura del cuidado

La promoción de la cultura del cuidado requiere un proceso educativo y la brújula de los principios sociales se plantea con esta finalidad, como un instrumento fiable para diferentes contextos relacionados entre sí. Me gustaría ofrecer algunos ejemplos al respecto.

— La educación para el cuidado nace en la familia, núcleo natural y fundamental de la sociedad, donde se aprende a vivir en relación y en respeto mutuo. Sin embargo, es necesario poner a la familia en condiciones de cumplir esta tarea vital e indispensable.

— Siempre en colaboración con la familia, otros sujetos encargados de la educación son la escuela y la universidad y, de igual manera, en ciertos aspectos, los agentes de la comunicación social[22]. Dichos sujetos están llamados a transmitir un sistema de valores basado en el reconocimiento de la dignidad de cada persona, de cada comunidad lingüística, étnica y religiosa, de cada pueblo y de los derechos fundamentales que derivan de estos. La educación constituye uno de los pilares más justos y solidarios de la sociedad.

— Las religiones en general, y los líderes religiosos en particular, pueden desempeñar un papel insustituible en la transmisión a los fieles y a la sociedad de los valores de la solidaridad, el respeto a las diferencias, la acogida y el cuidado de los hermanos y hermanas más frágiles. A este respecto, recuerdo las palabras del Papa Pablo VI dirigidas al Parlamento ugandés en 1969: «No temáis a la Iglesia. Ella os honra, os forma ciudadanos honrados y leales, no fomenta rivalidades ni divisiones, trata de promover la sana libertad, la justicia social, la paz; si tiene alguna preferencia es para los pobres, para la educación de los pequeños y del pueblo, para la asistencia a los abandonados y a cuantos sufren»[23].

— A todos los que están comprometidos al servicio de las poblaciones, en las organizaciones internacionales gubernamentales y no gubernamentales, que desempeñan una misión educativa, y a todos los que, de diversas maneras, trabajan en el campo de la educación y la investigación, los animo nuevamente, para que se logre el objetivo de una educación «más abierta e incluyente, capaz de la escucha paciente, del diálogo constructivo y de la mutua comprensión»[24]. Espero que esta invitación, hecha en el contexto del Pacto educativo global, reciba un amplio y renovado apoyo.

9. No hay paz sin la cultura del cuidado

La cultura del cuidado, como compromiso común, solidario y participativo para proteger y promover la dignidad y el bien de todos, como una disposición al cuidado, a la atención, a la compasión, a la reconciliación y a la recuperación, al respeto y a la aceptación mutuos, es un camino privilegiado para construir la paz. «En muchos lugares del mundo hacen falta caminos de paz que lleven a cicatrizar las heridas, se necesitan artesanos de paz dispuestos a generar procesos de sanación y de reencuentro con ingenio y audacia»[25].

En este tiempo, en el que la barca de la humanidad, sacudida por la tempestad de la crisis, avanza con dificultad en busca de un horizonte más tranquilo y sereno, el timón de la dignidad de la persona humana y la “brújula” de los principios sociales fundamentales pueden permitirnos navegar con un rumbo seguro y común. Como cristianos, fijemos nuestra mirada en la Virgen María, Estrella del Mar y Madre de la Esperanza. Trabajemos todos juntos para avanzar hacia un nuevo horizonte de amor y paz, de fraternidad y solidaridad, de apoyo mutuo y acogida. No cedamos a la tentación de desinteresarnos de los demás, especialmente de los más débiles; no nos acostumbremos a desviar la mirada[26], sino comprometámonos cada día concretamente para «formar una comunidad compuesta de hermanos que se acogen recíprocamente y se preocupan los unos de los otros»[27].

Vaticano, 8 de diciembre de 2020

Francisco



1960 – 2020
60e Aniversario de los Intercesores

Aude & Olivier de la Motte
Pareja Responsable del Equipo Internacional de Animación de los Intercesores.

Queridos amigos,

El 8 de diciembre de 2020, en el corazón de la pandemia covid-19, los Intercesores celebraron ¡60 años de intercesión!

La llamada del padre Caffarel, lanzada en marzo de 1960, pedía voluntarios para rezar (en pareja, de noche...) por el matrimonio, por las parejas en dificultad, por la familia, por la Iglesia. Su llamada fue escuchada, y todavía resuena hoy en día en todos los continentes. Durante 60 años, hombres y mujeres han respondido y se han comprometido a vivir la intercesión de manera especial, para llevar ante el Señor las intenciones de oración que les han sido confiadas.

Con ocasión de la fiesta de la Inmaculada Concepción, tan querida por el Padre Caffarel y por los Equipos de Nuestra Señora, los Intercesores celebraron, en todas las regiones del mundo donde están presentes, una misa de acción de gracias, y se unieron con el mismo corazón para una noche de oración.

Un corazón, un Señor, una fe, más allá de las fronteras: Estados Unidos, Canadá, América del Sur, África, Europa, Oriente Medio, Asia, Oceanía. Muchos frutos han brotado de este gran momento, como el Líbano nos testifica:

"Sí, eres esa luz suave y cálida que sale, continuamente, de detrás de esa ventana. Esa pequeña lámpara encendida que atraviesa la oscuridad, que se extiende por todas partes... ¡lo hemos percibido! Fue una fuerte llamada a unirnos a vosotros en la oración, uniéndonos al gran equipo de intercesores, gracias a Dios y a nuestra Madre Celestial, Santa María. ¡Gracias, Señor! Sentimos el sabor de una unión más fraternal entre los intercesores, que pudieron unirse en el mismo evento de oración en común.

Un profundo vínculo se tejió entre todos los participantes durante este evento, gracias a la Inmaculada Concepción y en Dios, nos atrevimos a extraer inestimables gracias divinas de la Fuente de la Vida. En la comunión de los santos llevamos con confianza al Señor las intenciones de oración de los miembros de los Equipos de Nuestra Señora y los intercesores.

Muchas parejas nuevas han hecho de la elección de una fecha y hora fijas en la noche para vigilar y rezar por los demás una regla de vida. Y muchos se han unido a los grupos de oración intercesores de WhatsApp para rezar por las intenciones propuestas y difundidas. En la amistad, muchas parejas simplemente llegaron a conocer a los nuevos miembros del ENS»

Los Intercesores ayer y hoy.

La oración de intercesión está presente en la historia del pueblo de Dios. Es una oración bíblica. Existe fundamentalmente en el corazón de cada hombre, mujer y cristiano.

El compromiso de los Intercesores forma parte de esta vocación y de esta apertura de corazón, poniendo la oración de todos en la oración del Señor, en el impulso de la llamada del padre Caffarel: "Llevan a Dios las grandes intenciones de la Iglesia". Intercederán por toda la humanidad" (Padre Caffarel). Siguiendo los pasos de los consiliarios espirituales de los sucesivos intercesores, el Padre Paul Dominique Marcovits, o.p sigue alimentando y manteniendo la fidelidad a este "espíritu de intercesión" en el corazón del movimiento.

Cada vez más intercesores se comprometen a rezar por las intenciones que se les confían eligiendo:

· una hora de oración al mes, si es posible por la noche;

· un día de ayuno al mes;

· o el ofrecimiento de sus vidas, sus pruebas, sus limitaciones...

El Boletín trimestral une a los Intercesores entre sí. Está escrito por las parejas del EIAI: Equipo Internacional de Animación de los Intercesores, cada pareja es responsable de una zona, en relación con el ERI gracias a la pareja de enlace.

Los Intercesores: ¿Qué hay de nuevo?

Durante muchos años, los Intercesores se han extendido al igual que lo ha hecho el compromiso de los Equipos de Nuestra Señora. Durante los últimos años, al participar en las reuniones de los equipos, los Intercesores han notado una fuerte adhesión al proyecto presentado.

Están presentes hoy en todas las regiones y superregiones, donde una pareja responsable de los Intercesores tiene la misión de dar a conocer la oración de intercesión y de crear un vínculo entre los Intercesores y los Equipos de Nuestra Señora para rezar por las intenciones de todos, especialmente las de los miembros de los equipos.

El Encuentro de los Equipos de Nuestra Señora en 2018 en Fátima marcó un importante punto de inflexión para los Intercesores:

➢ Dimensión internacional de los Intercesores ahora organizada (creación de la EIAI)

Voluntad de vivir la misión de Intercesión en relación con los Equipos de Nuestra Señora (gracias a la presencia de una pareja de enlace de ERI en la EIAI: Giovanni y Paola Cecchini Manara)

Nuevo impulso gracias a las 18 parejas responsables de los Intercesores en las regiones y superregiones (en relación con las parejas responsables de los ENS).

"Sí, en realidad hay algo nuevo para nosotros. Es la experiencia muy concreta de la comunión de la Iglesia que se expresa en la internacionalidad de los Intercesores: están presentes en todas partes del mundo, dan vida al Movimiento "Los Intercesores"".

Padre Paul-Dominique Marcovits, o.p., Consiliario Espiritual de los Intercesores.

¡Y buenas noticias! El año 2020 fue una oportunidad para hacer un balance: se escribió una Historia de los Intercesores: "1960 2020 Atrévete a Intercambiar - La Historia de los que velan y luego de los Intercesores fundada por el Padre Henri Caffarel". Este documento está dedicado a la celebración del 60 aniversario de la llamada del padre Caffarel. Da una visión general de las etapas de este movimiento desde su origen en 1960, y relata su extensión por todos los continentes.

Este libro está disponible a petición en francés y pronto en portugués, español, italiano, alemán, inglés y árabe: contacte con eiaifatima2018@gmail.com.

En comunión, queridos amigos,

Que el padre Caffarel nos una e inspire.

Que la intercesión habite en nosotros para una mayor fraternidad en la comunión de los santos.




TESTIMONIOS

SR TRANSATLANTICA-Africa
Annette y Paul O'Beirne

EQUIPOS DE NUESTRA SEÑORA en África en la región transatlántica

En África hay equipos en Ghana, Malawi, Zambia y Sudáfrica!

Os mostramos cómo es la vida de los equipos en estos países.

SUDÁFRICA

Sudáfrica es un hermoso país con una población diversa. Según las estadísticas del último censo, hay una población total de 58,8 millones de personas. El 79% de la población es cristiana y hay unos 4 millones de católicos.

El Movimiento está arraigado en Sudáfrica desde hace unos treinta años. Actualmente en Sudáfrica hay dos sectores: uno con base en Durban y otro en Johannesburgo. Johannesburgo tiene a cinco equipos, cada uno de ellos compuesto por unas cinco parejas y Durban tiene cuatro equipos.

Los Equipos de Jóvenes también han dado sus frutos. Empezaron oficialmente en agosto del año pasado en Johannesburgo y han ido creciendo. Actualmente cuentan con unos cuarenta y cinco miembros que son en su mayoría hijos e hijas de las actuales parejas de Equipos. Este movimiento está dividido en tres grupos y a cada grupo les acompaña un sacerdote y una pareja de los Equipos. Las reuniones se celebran mensualmente y están estructuradas con un tema de la misma manera que las reuniones de las parejas casadas.

El grupo del movimiento juvenil planifica, organiza y dirige sus propias reuniones. También representan la "Nación Arco Iris" ya que los miembros son de diferentes grupos raciales. Se espera que ayuden a transformar el movimiento en el futuro para que sea verdaderamente representativo de una población diversa.

La vida en Sudáfrica tiene sus desafíos, ya que tiene una de las sociedades más desiguales y un alto nivel de pobreza: la delincuencia es una preocupación importante para todos en Sudáfrica. Muchos de los que viven en los suburbios están rodeados de altos muros, vallas eléctricas, alarmas, etc.

Hay una palabra nativa sudafricana "Ubuntu" que significa cualidades que incluyen las virtudes humanas y la compasión y se refiere a las comunidades que se unen para ayudarse mutuamente. Movimientos como los Equipos de Nuestra Señora prestan apoyo a las parejas y a sus familias.

MALAZA

La región de Malaza está formada por Malawi y Zambia. Piotr y Dzidzia, anterior pareja responsable de la SR Trasatlántica, viajaron un total de 2.000 km para visitar a los equipos de Malawi y Zambia. Los equipos existen en Malawi desde 2005, comenzando en la región de Zomba. En 2004 Peter Chandler (RIP) y su esposa Anna, del sur del Reino Unido, pilotaron el primer Equipo en Malawi (Zomba 1) por correo como resultado de un artículo que escribieron sobre los Equipos en The Tablet. El pilotaje se hizo de forma remota con materiales que se tradujeron al idioma local Chichewa. Permanecieron en contacto con los miembros de los Equipos en Malawi a lo largo de los años y también se forjaron vínculos con el Equipo Irlandés. 16 años después en Malawi hay ahora Equipos en los distritos de Mzuzu, Ntcheu, Dedza y Mangochi así como en Zomba ...Actualmente 60 Equipos con 352 parejas!!!

Malawi es un país sin litoral en el sudeste de África, geográficamente tiene un enorme lago: el lago Malawi. Zambia está en su frontera occidental. Tiene el cuarto porcentaje más alto de personas que viven en la pobreza extrema en el mundo, con más de dos tercios de la población en esa situación, casi todos los cuales dependen de la agricultura en pequeña escala para su subsistencia.

Malawi es un país mayoritariamente cristiano (87%) con una minoría de población islámica del 11,6%. El 19% de los malawianos son católicos, que es el grupo cristiano más numeroso. Malawi está dividido en regiones centrales, del norte y del sur, y cada una de ellas en distritos. Los equipos se encuentran principalmente en la parte sur del país, en la frontera con Zambia y Mozambique. La gente en Malawi vive en familias extensas y las reuniones se realizan a menudo después de la misa al aire libre en grupos familiares. Son personas muy comprometidas que a menudo recorren grandes distancias para asistir a retiros y reuniones. La Guía de los equipos y la Carta se han traducido al idioma principal, el chichewa, para ayudar a quienes no hablan inglés a comprender mejor el método de los Equipos y poder participar más plenamente. La sociedad sigue siendo muy tradicional, incluso entre las parejas más jóvenes, con roles tradicionales y fijos para hombres y mujeres.

El Padre Gerard Bwemba, consiliario de equipo, comentó que ha visto los frutos de los Equipos, con más parejas que vienen a la iglesia para bendecir sus matrimonios. Dijo que los laicos tienen un papel que desempeñar en la iglesia y necesitan compartir la responsabilidad de apoyar a las familias con problemas. Su parroquia es muy activa con 124 niños de primera comunión y 64 bautizos. Las parejas están muy centradas en la familia, la vocación y la misión.

ZAMBIA

Zambia, en el África meridional, es un país sin litoral de terreno accidentado y diversa vida silvestre, con muchos parques y zonas de safari. En su frontera con Zimbabwe se encuentran las famosas Cataratas Victoria. Piotr y Dzidzia se reunieron con los Equipos de Zambia en Kalichero con el Padre Banyangandora, quien ha trabajado con los Equipos desde enero de 2019. Los equipos se reúnen en las casas de cada uno y una vez al mes en la parroquia. Algunos viven a 50 kilómetros de la parroquia. El Padre James y el hermano Lucas también apoyan la parroquia.

El montaje de la parroquia es: Parroquia > estaciones de servicio> comunidades cristianas> secciones> familias. Varias secciones más pequeñas se reúnen como un equipo. Hay 13 estaciones y los equipos se están extendiendo de manera similar a como lo hicieron en Malawi creando el Pre-sector de Zambia. Las reuniones se llevan a cabo siguiendo el patrón de las reuniones recibidas de Malawi. El sacerdote siempre asiste a la reunión de la parroquia y las reuniones de los equipos más pequeños tienen un catequista que cumple el papel de acompañante espiritual.

GHANA

Ghana es un país situado a lo largo del Golfo de Guinea y el Océano Atlántico, en la subregión del África occidental. Los equipos de Ghana se iniciaron en 2016 mediante un enlace entre la Abadía de Prinknash, en Inglaterra, y Kristobuase, en Ghana. El monasterio de Kristobuase se construyó gracias al apoyo de la comunidad benedictina de Inglaterra. Mary y Robert Jones de Prinknash introdujeron los Equipos en Ghana en 2016 y han visitado el lugar por lo menos en 3 ocasiones.

Los equipos han crecido bien y actualmente hay 4 equipos en Tuobodom y 5 equipos en pilotaje en Tanobuase con 63 parejas en total. Robert y Mary son la pareja de enlace con los equipos de Tuobodom y están apoyando al consiliario con el pilotaje en Tanobuase. La comunicación es principalmente a través de Whatsapp ya que Internet funciona mal. Los equipos se "anuncian" y despiertan el interés, sus camisetas tienen el logo en el frente que dice "Equipos Ghana" y el ícono de los Equipos en la espalda.


SR SRHS - Marilú y Chárbel Saab

Quiénes somos

Hasta el año 2018, la Superregión Hispanoamérica la conformaban casi todos los países de Hispanoamérica, excepto Brasil y aquellos a los que no ha llegado el Movimiento, y estaba organizada en tres provincias, Norte, Centro y Sur.

El crecimiento acelerado del número de equipos y de sectores, las grandes distancias, la crisis económica y política de algunas regiones, etc., crearon mucha dificultad para poder animarlos in situ y también para la asistencia de muchos equipistas a eventos de formación.

Dadas estas dificultades, Constanza y Fabio López, matrimonio responsable SR en esos momentos, presentaron al ERI el proyecto de reorganización de la zona. De este modo, el ERI después de realizar un profundo discernimiento al respecto decidió reorganizar la Superregión Hispanoamérica, en tres superregiones: SR Hispanoamérica Norte, SR Colombia y SR Hispanoamérica Sur.

En julio de 2018, en el Colegio del ERI de Fátima, asumimos la responsabilidad de la SRH y con ella, el compromiso de implementar el nuevo proyecto. Durante un año animamos la SRH y simultáneamente coordinamos los enlaces entre los nuevos hogares superregionales y los provinciales salientes, hasta julio de 2019, en el Colegio del ERI de Valencia, donde tuvo lugar el arranque oficial de las tres nuevas superregiones, asumiendo Sofía y Gustavo Hernández de México, la SRH-Norte, Mabel y Juan Guillermo Ramírez, de Pereira, la SR Colombia y nosotros continuamos el servicio en la SRH-Sur.

La Superregión Hispanoamérica Sur está conformada por 279 equipos y 1479 matrimonios que corresponden a las regiones de Ecuador Norte, Ecuador Sur, Perú, Paraguay y Argentina; dos sectores de Chile y dos equipos de Uruguay.

Entre sus mayores riquezas encontramos su gran disposición al servicio, el deseo de formarse espiritualmente y en las orientaciones del Movimiento y la diversidad de idiosincrasias existentes.

Respecto a sus dificultades, podemos mencionar las grandes distancias geográficas, principalmente en Argentina, Perú y Chile, las crisis económicas y políticas que están atravesando algunos países, el alto índice de laicismo en Uruguay y la crisis del clero en Chile, que han impedido la expansión del Movimiento sin que decaiga el entusiasmo por continuar en esta tarea.

Tuvimos la oportunidad de realizar el Primer Colegio de la SRHS en octubre de 2019 en Guayaquil, donde conocimos personalmente a todos los hogares regionales, enlaces y a sus consiliarios. Elaboramos el plan de trabajo para el 2020, basándonos en las mayores necesidades encontradas, que fueron la formación y la expansión, sin descuidar los otros aspectos del Movimiento.

La pandemia

Desde marzo de 2020, la Superregión Hispanoamérica Sur ha sido afectada, como todo el mundo, por los estragos de la pandemia del coronavirus. Durante aproximadamente los dos primeros meses de la cuarentena, la actividad se detuvo casi por completo, exceptuando las celebraciones eucarísticas, los rezos del Rosario y la profunda vivencia de la Cuaresma, con la colaboración de los sacerdotes consiliarios, todo por vía virtual.

Nos sentíamos un poco inquietos pensando cómo hacer para acompañar a los equipistas, para infundirles esperanza, animarles a no decaer en la fe, apoyarlos en su espiritualidad conyugal y la vida de equipo. Con la gracia del Espíritu Santo, encontramos en los hogares regionales, enlaces y consiliarios, el entusiasmo, el impulso, su inmensa disposición y apoyo para continuar con esta misión.

De allí en adelante nos reunimos virtualmente con todos los hogares regionales y enlaces y los motivamos para que a través de las diversas plataformas, continuaran con las actividades programadas para el 2020, comenzando por animar las reuniones mensuales de los equipos y la atención a los consiliarios, especialmente a los párrocos.

Todos reaccionaron positivamente y comenzaron a reunirse con sus equipos de apoyo y los hogares de sectores para motivarlos y organizar la ejecución de los eventos. Hubo una mejoría notable en la comunicación con los equipistas y consiliarios y excelente participación en las actividades que ofrecían, de manera especial la de aquellos matrimonios y consiliarios de equipos distantes geográficamente, que tienen dificultades para desplazarse a participar en las actividades presenciales de sus regiones. Los equipistas de Chile y de Uruguay aprovecharon para integrarse en varias actividades de las otras regiones, que eran anunciadas en el grupo de WhatsApp de la SR y luego transmitidas a todas las regiones y enlaces.

Las reuniones mensuales de equipos de base se retomaron casi totalmente. Algunos equipistas y consiliarios, por razones económicas y/o de formación en informática, que no contaban con un ordenador, comenzaron a participar a través de sus celulares o se reunían con compañeros de equipo que disponían de un computador. También tuvieron reuniones sociales virtuales que les permitían un relajamiento del encierro por la cuarentena.

Se realizaron todos los encuentros programados, de formación y de consiliarios, las reuniones de difusión, pilotaje, de EDIP-C y retiros espirituales, llamados encuentros de reflexión o de oración.

En octubre organizamos el Colegio de la SRHS denominado “Encuentro Virtual del Colegio de la SRHS”. Los dos primeros fines de semana de diciembre realizamos el “Encuentro de Formadores de la SRHS”, apoyados por el equipo de formadores de la Súper Región Colombia, con la participación de 100 parejas de todos los países, el cual no hubiéramos podido realizar presencialmente por razones logísticas y económicas.

Estamos profundamente agradecidos a nuestro Padre Dios, porque nos fue guiando según sus planes en la animación y acompañamiento de nuestra superregión; y al Espíritu Santo, que iluminó a todos los que tuvimos que familiarizarnos con el manejo de las plataformas virtuales, tecnología que se constituyó en la herramienta idónea para mantenernos comunicados y vinculados.

Sin embargo hemos insistido a nuestros hogares regionales y enlaces en que aprovechen esta virtualidad mientras duren las medidas de confinamiento y posteriormente se regrese al modo presencial, porque esto no puede reemplazar a la calidez del encuentro y del abrazo.

Nuestras expectativas

La esperanza del fin de la pandemia y retomar las reuniones presenciales.

Continuar los objetivos del 2020.

Que se puedan realizar el colegio del ERI y de la SRHS, presencialmente.

El relevo de cuatro hogares regionales a fines de año.


SR Siria -Joceline y Toni ZERBE

"Busquemos juntos"


Consiliario: P. Sami Hallak S.J.

Equipo responsable compuesto por 7 matrimonios y un consiliario

Los ENS se fundaron en Siria en 1972. El movimiento se encuentra actualmente en las principales ciudades del país: Latakia, Damasco, Alepo y Homs. Somos 6 sectores, tres de los cuales están en la ciudad de Alepo. En 2011 (inicio de la guerra en Siria), había 57 equipos con unas 270 parejas. Actualmente somos 44 equipos (215 parejas) (19 viudas) con 30 sacerdotes consiliarios. El número ha disminuido como consecuencia de la emigración debida a la guerra.

En 2020, debido al confinamiento, las reuniones cesaron durante un tiempo. Las parejas se dieron cuenta de lo importantes que eran estos encuentros para su vida espiritual individual y de pareja. Muchos se pusieron en contacto a través de diversos medios para recitar juntos el rosario. Otros intercambiaron oraciones, meditaciones y testimonios a través de nuestra página web.

En cuanto se aligeraron las medidas de reclusión, el 90% de las parejas retomaron el ritmo de reuniones con las medidas sanitarias necesarias: una única reunión mensual de ayuda mutua espiritual, reunión en lugares amplios si la casa del hogar acogedor era pequeña, etc. Los sectores han llegado a organizar reuniones o misas siguiendo los deseos de la mayoría de los miembros.

Por desgracia, no pudimos organizar retiros espirituales porque el riesgo era grande. Cada sector se esforzó por organizar un momento fuerte en lugar de un retiro.

El confinamiento, unido a una sociedad devastada por la guerra en un país sin seguridad social, ha afectado económicamente a muchos hogares. Los responsables pensaron en la posibilidad de encontrar alguna pequeña ayuda para los equipos; un pequeño empujón que titulamos: El dracma de la viuda. Un gesto fue muy apreciado; las parejas mostraron una solidaridad encomiable.

La reunión virtual del Colegio "Lejos pero cerca" por Zoom nos dio una gran idea. En Zoom, y sorteando el embargo internacional contra Siria, realizamos una sesión de formación para los equipos responsables de los sectores en Siria. 4 sesiones, durante 4 tardes, en 4 días. Fue genial. El embargo avivó nuestra inteligencia. Teníamos derecho a los 45 minutos gratuitos por zoom. 45 minutos y luego al cortarse, volvíamos a los 10 minutos con una nueva reserva. Cada pareja encargada tenía una batería para tener internet si se cortaba la electricidad, y se cortó varias veces, y el equipo podía continuar así la reunión. El consiliario espiritual, P. Sami Hallak s.j. también participó desde el Líbano.

El tema de nuestra reunión de zoom fue la frase del P. Caffarel: "Busquemos juntos". El P. Sami pidió a los responsables de los sectores que fueran creativos en este momento excepcional. Establecemos lo esencial en nuestras actividades. Hay que esforzarse por mantener lo esencial, y lo accesorio se deja a las circunstancias.

Este año se han reanudado las sesiones de formación e información en todas las ciudades, se están preparando nuevos equipos, se están organizando reuniones ocasionales y se han reanudado las reuniones mensuales. Este año, tenemos tres equipos en pilotaje, que están acompañados por una pareja durante un año.

Se les transmite progresivamente el conocimiento del movimiento y su espíritu y métodos, y se les explica las diferentes etapas de su metodología y el tema de estudio durante este año (reunidos en el nombre de Cristo).

Creemos que esta epidemia terminará algún día. Retomaremos nuestro ritmo, fortalecidos por el poder de la Cruz de Jesucristo. Nuestra Madre, la Virgen María, ve nuestros esfuerzos y nuestras ansias por el Reino de Dios, nos presentará ante la corte celestial y dirá, alegre y radiante: "Estos han salido de la gran tribulación", han permanecido fieles al Cordero (Ap. 7, 14-15). Por ello, merecen una gracia especial que les reconforte.



SR España - Rocío Yñiguez y Pedro Ruiz-Berdejo

APRENDIENDO A LUCHAR CONTRA LA PANDEMIA

CON UÑAS Y DIENTES

Esta pandemia está golpeando duro a la sociedad en su conjunto y a muchas personas y familias de forma particular, como desgraciadamente ha sido nuestro caso. El día 4 de noviembre de 2020 enterramos a Fernando, el padre de Rocío, que falleció a los 98 años de edad, víctima del COVID, en su casa y cuidado por sus hijos. La muerte de un padre siempre es triste, muy triste, pero en este caso fue especialmente dolorosa. De los siete hermanos sólo pudieron asistir presencialmente al entierro tres de ellos, porque uno de los cuatro restante llevaba ingresado en el hospital tres semanas aquejado de una enfermedad intestinal bastante seria y los otros tres, entre los que se encontraba Rocío estaban confinados en sus casas al haber dado positivo en la prueba de detección del COVID, habiéndose contagiado al cuidar a su padre. Esta situación nos hizo reflexionar y ver que en ese momento de Calvario, Rocío, además del sufrimiento de la Cruz de perder a un padre, también se ceñía sobre su cabeza otro dolor mas, semejante al de la corona de espinas que el Señor llevó por todos nosotros, el dolor de no poder ir al entierro de su padre al estar confinada por culpa del maldito virus.

Sin embargo el Señor siempre es Misericordioso y nos alivia en nuestro sufrimiento, pues gracias al tesón y la fuerza de nuestra hija Rocío, que no se rindió, trasmitió el entierro de su abuelo a su madre y a sus tres tíos que por la enfermedad no podían estar presentes, con su móvil mediante una videoconferencia, logrando que toda la familia estuviera presente en el entierro de su padre.

Nuestra hija Rocío tenía muy claro que no se iba a quedar de brazos cruzados ante la situación de impotencia y sufrimiento de su madre, por no poder asistir al entierro de su padre, por eso en ese momento, tan dramático, con los ojos llenos de lágrimas dimos gracias a Dios por nuestra hija Rocío, que nos enseñó que el COVID no nos puede doblegar y que tenemos que luchar contra él con uñas y dientes.

Sirva la reacción de nuestra hija Rocío para enseñarnos cuál debe ser nuestra actitud ante las dificultades que esta pandemia nos está poniendo en nuestra vida de Movimiento. La limitación de personas que se pueden reunir bajo un mismo techo afecta no solo a las reuniones de equipo sino también a los actos comunes del movimiento; aperturas, jornadas de formación etc... Pero igual que decimos esto, también tenemos que decir que estamos muy orgullosos de todos y cada uno de los equipistas, que al igual que nuestra hija Rocío, están luchando contra estas dificultades con uñas y dientes, dando lo mejor de sí mismos, derrochando imaginación y sobre todo dando AMOR mucho, mucho AMOR. Hemos aprendido a adaptar formatos, han proliferado las reuniones virtuales o en espacios abiertos o en los salones parroquiales, ¡Gracias a todos los Consiliarios de la Superregión de España por ser tan generosos y acogedores con la familia ENS cediendo sus iglesias y parroquias!

También nosotros como Responsables de la Superregión en comunión con nuestro Colegio Superregional hemos aprendido a convivir con esta situación tan extraña y difícil, cambiando los objetivos fijados a priori, situando como primera prioridad cuidar al Movimiento, luchando con uñas y dientes por cada uno de los equipistas, en especial por los más mayores, que están más solos y necesitados de más cuidados.

En estos tiempos tenemos que aprender a querernos más los unos a los otros, como nos pide el Papa Francisco en su nueva encíclica FratelliTutti, tenemos que contagiar la esperanza de corazón a corazón, confiando en el Amor de Dios. Estamos convencidos de que este es un tiempo de oportunidad, en el que vamos a aprender mucho, y por ello hemos puesto en marcha actividades que no se habían hecho nunca a nivel de Superregión, como por ejemplo la oración comunitaria que los primeros sábados de mes retransmitimos a través del canal de YouTube de la Superregión, o como la Reunión de Equipos Mixtos Superregional, que celebramos el 28 de noviembre y en la que participaron más de 400 matrimonios de las 9 regiones que componen la Superregión de España, que permitió formar 60 equipos mixtos con matrimonios de toda España, que se reunieron virtualmente de forma simultánea y en la que se trabajó sobre la encíclica del Papa FratelliTutti. Fue una experiencia única y muy enriquecedora y muchos matrimonios nos han pedido repetir la experiencia, por lo que ya tenemos en marcha una segunda edición de esta Reunión de Equipos Mixtos para la primavera de 2021, a la que además queremos invitar también a matrimonios de otros países de habla hispana, para que puedan experimentar la universalidad de nuestro Movimiento.

Estamos unidos en la oración y convencidos de que Nuestra Señora de los Hogares por la intercesión del Padre Caffarel, nos ayudan e iluminan desde el Cielo enviándonos la fuerza del Espíritu Santo para seguir luchando con uñas y dientes en estos tiempos difíciles. ¡Que así sea!

QUÉ HACE EL ERI ?

Mercedes Gómez-Ferrer y Alberto Pérez

Matrimonio Responsable de la Comunicación

Queridos amigos:

Conociendo el cariño que tenemos unos por otros en los Equipos de Nuestra Señora y con la acogida que siempre procuramos dar a todo el que se nos acerca, nos presentamos como nuevo matrimonio responsable de Comunicación en el ERI. Sabernos queridos por todos y sobre todo por Dios, nos ayuda a acoger esta llamada con esperanza, aunque nuestra debilidad nos plantea también incertidumbres. Pero así somos las personas, fuertes y frágiles, seguras y con miedos, llenas de contradicciones; y ésta es también nuestra realidad.

Somos Alberto Pérez y Mercedes Gómez-Ferrer. Nos casamos hace casi 30 años y vivimos en Valencia. Tenemos tres hijos; los dos mayores ya trabajan y viven fuera de casa, y el pequeño es el único que vive aún con nosotros. Aquí trabajamos también, Alberto como profesor de música de un instituto y Mercedes como profesora de Historia del Arte en la Universidad. Compartimos muchas cosas que nos gusta hacer juntos, la cultura, los viajes, los deportes, las excursiones y con las que disfrutamos extraordinariamente. A nuestros hijos les agradecemos la comprensión y el apoyo que nos han dado siempre en todo lo que emprendemos.

Podemos decir que somos de los Equipos casi desde toda la vida, ya que consideramos un primer equipo, el de los padres de Mercedes, Álvaro y Mercedes. Es parte importante de nuestra historia, porque viviendo lo que ellos vivían y reconociendo la necesidad de no estar solos, decidimos entrar en los equipos nada más casarnos. Desde entonces, y son ya muchos años, somos del Valencia 101, nuestro equipo. Un equipo que nos sostiene y nos apoya, y al que tanto debemos, y queremos. Juntos hemos ido haciendo este camino, que pasa por muy diversas etapas, y que es un verdadero camino de fe y crecimiento en el amor. Creemos que haber perseverado en la fidelidad al movimiento desde nuestro equipo de base nos ha permitido ir viviendo este camino de conversión que son los ENS, en el sentido profundo del término, nos ha permitido “revisar el enfoque de nuestra vida” y “reajustar la perspectiva”.

Poco a poco fueron surgiendo diversas propuestas de servicio al movimiento a las que hemos ido diciendo que sí. Primero como responsables de un sector, asumiendo también otras tareas como las de pilotar o dar jornadas de formación. Más tarde como responsables de la región Levante, de la SR España y en la última época como coordinadores del equipo satélite de jóvenes parejas. Hemos tenido también la enorme fortuna de salir de nuestro equipo y conocer el Movimiento desde otras perspectivas. Participamos en el Encuentro Internacional de Fátima de 1994, también en el de Brasilia 2012 y en el más reciente de Fátima 2018. En los encuentros de Regionales de Roma 2009 y 2015, y en tantos colegios internacionales que han sido para nosotros una puerta abierta al mundo. No podemos olvidar momentos tan emotivos como las sentadas en la explanada de Fátima o nuestra participación en la coral de los Encuentros. Todo esto nos ha ayudado a conocer a muchísimas personas, a revisar constantemente la pedagogía de los equipos, a intentar ir al fondo de lo que nos proponen. Nos ha permitido compartir jornadas con muchos consiliarios que nos han acompañado con extraordinario cariño y con personas de muchos lugares que nos han enseñado mucho de cómo se viven los equipos en el día a día.

Realmente, si algo podemos decir es que queremos a los Equipos y creemos que son una gracia de Dios. Esta llamada al servicio es para nosotros una llamada para vivir en verdad y profundidad el carisma que en su día intuyó el Padre Caffarel y que sigue plenamente vigente. Volvemos a escoger, al igual que hicimos cuando fuimos responsables de nuestra región y superregión, las palabras del Padre Caffarel a los responsables de equipo en la carta de abril-mayo de 1957:

«Tenéis a vuestro cargo a los miembros de vuestro equipo. Os sentís, y queréis ser responsables de su desarrollo humano y cristiano, sólo os queda trabajar. Darles. Daros.

Aunque fuerais los menos capacitados, tenéis infinitas cosas que ofrecer, porque lo que necesitan, en primer lugar, no es vuestros bienes, sino a vosotros mismos. Y esto es lo más difícil de hacer. Darse, estar siempre disponible para los demás es difícil y es cansado. Disponibles, sin duda, para prestar un servicio material pero, sobre todo, un servicio muy superior, que consiste en ofrecer un corazón atento, comprensivo, motivador, que transmita confianza, que sepa decir la verdad, que se atreva a exigir. »

P. Henri Caffarel 1957

Esta es una llamada que nos motiva y que nos hace salir de nosotros mismos. Que nos anima a pesar de la dificultad, nos alienta e impulsa. Es una llamada que nos hace reconocer nuestra realidad y nuestra infinita necesidad de los demás y de Dios. Es una propuesta para rezarla juntos y es una oportunidad abierta para la conversión del corazón. No podemos más que responder con amor, a todo el amor recibido y vivido.

Esa llamada a un mayor amor que es el servicio, en nuestro caso se ha traducido en acoger la responsabilidad de la comunicación en el ERI. Algo que se ha producido de una forma muy inesperada, al tener que reemplazar a Joao y Dora, a quienes agradecemos su dedicación en este tiempo. Queremos también agradecer la confianza y la cariñosa acogida que Edgardo y Clarita y todo el ERI nos ha ofrecido. Una responsabilidad asumida y compartida en pareja, con ayuda del Espíritu Santo, de un equipo de apoyo y del Equipo Responsable Internacional del que ya nos sentimos parte. En el servicio nos acompañan también algunas personas que ya han trabajado con nosotros. Desde aquí nuestro agradecimiento a Miguel e Isa, Ricardo y Carmen, y Hildo y Sandra. Con ellos emprendimos un camino en la revisión de algunos aspectos de la comunicación que podemos continuar y aplicar a nivel internacional. Esta tiene múltiples caras como un caleidoscopio. Quizá las más visibles hoy en día por las circunstancias que vivimos sean las referidas a las nuevas tecnologías, presencia en la red, sitios web, redes sociales, canales de You Tube, plataformas para conexión… Lo estamos viviendo y de forma cada vez más evidente reconocemos su utilidad en estos tiempos en los que la presencialidad se ha convertido en un tesoro. Pero no podemos olvidar otras muchas caras de la comunicación. Cómo son nuestros textos, cómo nos decimos las cosas, de qué manera testimoniamos, cómo nos hacemos visibles ante el mundo, qué estilo tenemos de expresarnos, de hacernos entender, de transmitir la esperanza que la vida de los Equipos nos ofrece. Todos estos aspectos y muchos más son los que iremos abordando con la ayuda de todos para seguir haciendo de los Equipos un lugar donde vivir nuestro matrimonio cristiano en el siglo XXI.

Haciendo nuestras las palabras del canto, “que tu Espíritu abrase todo nuestro ser, haznos dóciles a tu voz, transforma nuestra vida entera”, agradecidos de antemano por vuestra acogida y pidiendo vuestra oración, os mandamos un fuerte abrazo